VOLVER

¿Os podeis creer que vuelvo a estar enferma? Voy a tener que aplicarle un correctivo a mis defensas porque, en cuanto que salgo a algún sitio de minivacaciones, ellas también se piran, y es que no tengo autoridad entre mis defensas. Pero no era ese el tema. Ya he vuelto de esas minivacaciones, de ese reencuentro tan deseado y si bien es cierto que no ha sido un non-stop de actividades, ha sido una cura para mi espíritu (como cada vez que vuelvo a Madrid). No he podido disfrutar todo lo que pensaba porque mi cangrejito ha estado bastante malito con fiebre, moquitos y tos, pero a pesar de esos 38º, me ha regalado innumerables sonrisas de perlitas blancas, muchas carcajadas de juego y cosquillas, conversaciones trascendentales sobre las últimas novedades en sonajeros, tirones de pelo que han dado origen a más carcajadas, baños con chapoteos, caricias, algunos pasos, mucho gateo y la impagable oportunidad de compartir algunos momentos de su preciosa vida. Conocer a su seño, su guarde, las cosas nuevas que ha aprendido a hacer, descubrir un poco su caracter, su potencial como escalador de sofás, innumerables cosas que me pierdo en su rutina diaria pero que estas escapadas me ayudan a recuperar el tiempo perdido. Pasar tiempo con mi prima y Manuel(mis amigos), hablar, reir, pelear, todo eso alivia mi pesar y me renueva las baterias hasta la próxima vez. Y mientras volvía en el avión que me traía hasta Jerez, iba mirando por la ventanilla y pensaba en lo bonito que se ve todo desde el aire, en la oscuridad de la noche, las ciudades iluminadas parecían como esas estrellitas que venden que son fosforecentes y las puedes pegar en el techo, constelaciones en el suelo y pensaba que como pasa con todas las cosas, todo se ve más bonito si se observa desde lejos, porque a medida que nos acercamos y miramos más cerca, las cosas empiezan a tener defectos. El mundo visto desde arriba, es un lugar maravilloso, porque desde arriba no ves, la polución, la guerra, la corrupción, la miseria, los crímenes, solo ves un conjunto de luces que te recuerdan las estrellas y donde todo, allí arriba, es silencio y paz.
Y pienso, que , ojalá mi cangrejito pudiese vivir en un mundo visto desde un avión.