miércoles, 28 de enero de 2009

EL GYM



No me había dado cuenta de lo que echaba de menos el gimnasio hasta que he vuelto. Si alguien que me conoce de siempre leyera esto se tiraría al suelo, porque siempre, siempre, he odiado el esfuerzo físico. Obvio que no he echado de menos el volver a casa a las 23.00, ni el cambiarme de ropa 3 veces al día, andar con mil tiestos y algún que otro olor. Pero echaba de menos el tener la mente en blanco y sólo seguir el ritmo de la música que sale a través de mis auriculares, el “rock star”, el “begging”, resonando bum, bum en mis oídos. Y aunque parezca mentira, echaba de menos eliminar toxinas, malos pensamientos y frustraciones y sentir como las máquinas hacen mover mis músculos. Es una sensación que me he dado cuenta, me gusta. Al finalizar, oír música más lenta y relajante mientras estiras músculos y tendones, relajar la espalda, ¡genial!. Además, a las horas que voy, es fantástica la calma con la que puedes tomar una ducha a una presión excelente para relajar todo tu cuerpo y llegar a casa. Si, llegar a casa, cenar, mirar el correo, leer e intentar dormir. Una experiencia “casi religiosa”.
PS.- Lo siento, el chiste no se ve muy bien pero la de verde dice: "Bien quierda y vos que querés? Tonificar, reducir, endurecer...? y la de blanco dice: " huir".

domingo, 25 de enero de 2009

Hoy con una fregona en la mano, me he dado cuenta que no era feliz, curioso no?, con una fregona en la mano. Si, así es y ha sido duro aceptarlo. Me he dado cuenta que mi familia no me hace feliz al completo, que mi vida laboral no me hace feliz, mi vida social tampoco y menos la amorosa. Así que llevo todo el día con el animo ennegrecido. Pienso que esta vida que tengo no es la que había soñado para mí. Hay días en los que me conformo y hay días como hoy que me hundo y pienso en cuando me equivoqué y me reprendo por ello. Y sé que mi familia no tiene la culpa de que no sea feliz pues todos me quieren a su manera pero no como yo necesito. Y sé que mi trabajo no tiene la culpa ni mis compañeros, puesto que hice mi elección, me equivoqué al elegir mis estudios o me equivoqué al pensar que me conducirían hasta donde yo quería. Y mis “amigas” no tienen la culpa de que tenga una vida social de pena, fue también mi elección, apartarme un poco de ellas, por tener ellas la vida que yo quería para mí . Y mi vida amorosa, ¿por qué será tan importante, maldita sea?¿No es el amor un sentimiento sobre valorado? Es una estupidez, pero sé que si no lo suelto, me voy a envenenar el alma y me volveré de un tono más gris. Lo siento. Para de leer, nada de lo que digo tiene sentido. Es solo que me supera esto de pensar. Pero, ¿cómo aprende uno a ser diferente a lo que se ha convertido?¿cómo aprende uno a vivir de otra manera?¿Cómo lo haces cuando eres cobarde?¿Cómo, cuando todos los días cuando te levantas te poner un careta?¿Cómo, cuando no dejas que los demás te vean? ¿Cómo, si eres tu misma cuando estás sola?. Odio ser así, penosa, insegura, cobarde, estúpida, Subo el volumen de la música para no poder oír mis propios pensamientos, ¡benditos auriculares! Solo me queda llorar y convencerme de que mañana será otro día y que tendré otra oportunidad, pero no me lo creo ni yo, porque mañana será igual que hoy y me digo a mi misma que todo pasará, que solo es un bajón.

domingo, 18 de enero de 2009

CREPÚSCULO`Y LA EXCITACIÓN


Con tranquilidad, que enseguida explico el título. Comoconté aquí .. La película me gustó mucho pero leer el primer libro de los 4 ha sido mucho mejor. Leí casi toda la primera parte en el camino de Madrid a Jerez y me tenía totalmente cautivada y como ya he explicado en otras ocasiones, el ansia me puede y no pude esperar. El miércoles mientras hacía tiempo para la clase, recorrí unas 3 veces el pasillo que me separaba de la sección de libros del Corte Inglés, cualquiera pensaría que estaba loca, porque me animaba a mi misma a superar el ansia y esperar a primeros de febrero, pero no pude y con una amplia sonrisa en la cara le planté los 3 librotes a la señorita para que me los cargara a la tarjeta. Y es que hacía muchísimo tiempo que un libro no me atrapaba de esa manera. Si no logro recordar mal, desde los Pilares de la tierra ( Ken Follet), aunque también me pasó con el Club Dumas ( A. Pérez Reverte) y El Médico ( Noah Gordon). Desde entonces no había sentido esa ansia por llegar a casa y buscar 10 minutos para leer o robarle horas a mi sueño, ya escaso de por sí, para poder avanzar.
Y no sé si será el ritmo trepidante, la localización, un pequeño pueblo montañoso del estado de Washington, la combinación de vampiros, licántropos y mortales en una misma historia o la extraña, hermosa y pasional historia de amor ( será por no tener una propia) entre Bella Swan y Edward Cullen. Siempre intento encontrar la razón de mis acciones, pero para este “nerviosismo” que me provoca el libro, despertando toda mi avidez lectora, dormida desde hacía mucho, no encuentro explicación alguna. La magia de los libros, supongo.

REYES, VACACIONES Y NIEVE


Si, ya sé que este post va con un poco de retraso pero es que cuando empiezo a trabajar, apenas me queda tiempo para nada más. Demás mis niños necesitan más tiempo este trimestre para mejorar los resultados del anterior. En fin, que los Reyes se han portado muy bien: un MP4, unas botas, una bufanda con sus respectivos guantes, la agenda de rigor, y es que esta cabeza mía no da para más, ropita interior de la Kitty, un punto de lectura (que colecciono) con una foto de mi Cangrehito, una funda para la cámara de Betty Boop, ah sí! Y un mega joyero de piel. Obvio que los libros no han faltado. Iñigo ( un alumno) me ha regalado el último libro de Carmen Posadas, La cinta roja y mi hermano y mi cuñada me reglaron el primer libro de la serie Crepúsculo de Stephanie Meyer, al que estoy realmente enganchada. El día de Reyes estuvo lleno de nerviosismo y prisas porque a las 18.45 tomaba el AVE en Sevilla para Madrid, que me llevaba a conocer a C2 y C3, a ver otra vez la Cangrehito de mis amores y a reencontrarme con el guapo Sansón y la siempre querida Dobby, a los que he echado mucho de menos. He pasado 4 días de vacaciones estupendos, fríos, pero estupendos.
C2 y C3 son 2 pequeñas princesas, casi calcomanías de su hermano, muy simpáticas y “charlatanas”. Ha sido un placer pasar estos días y ver a Cangrehito con casi 4 años, disfrutar de su “ten de Navidad” o su “vagón “(dragón) Además de compartir su sueño con su mano reliada en mi flequillo u oír su risa viendo Kunfu Panda. Siempre encuentro mucha paz de espíritu en Greenvillage.
Además, por primera vez en mi vida, he visto nevar y por supuesto, jugar con la nieve. Y es que en los últimos 7 u 8 años, siempre que he ido a Madrid en invierno, ha nevado antes o después de que yo me hubiese ido. Así que el pequeño Cangrejo y yo nos pusimos buena ropa de abrigo y allí que nos fuimos a hacernos fotos en la nieve, tirarnos bolas, bueno mejor dicho, yo las tiraba y él.... me las metía en el pantalón. Hicimos muñecos de nieve y castillos con torres y banderas. En el parque no se sabía muy bien quien tenía 4 años. Así que pasamos un rato de risas y mucho frío, pero impagable. Tengo que admitir que fue una bonita experiencia.
Y el lunes 12, me tocó despertar y volver a la realidad. Y siento un poco de pena aún porque es el primer cumpleaños de mi niño, al que falto. Pero me quedo con las risas, los besos y los abrazos.

jueves, 1 de enero de 2009

EL AÑO QUE COMIENZA...

¡FELIZ AÑO 2009!
¡Pues vaya!, a lo tonto, tonto, este es el tercer año que tengo la oportunidad de felicitaros el año. Echando la vista atrás, veo el 2008 que ayer se fue ,como un buen año. Los míos han gozado de buena salud, tengo trabajo, medianamente bien pagado y relativamente cómodo, he hecho nuevos amigos, virtuales y no virtuales. Conservo a los antiguos. He podido disfrutar de algunas primeras experiencias de mi Cangrehito loco, me ha traído nuevas personitas a las que querer y mimar. Me ha permitido conocer nuevos lugares y a pesar de este virus que aún colea, no me quejo de mi salud que ha sido buena. Además, a pesar de que siempre me quejo de mi suerte, me siento afortunada por todo lo anterior. Y ¿qué le pido al año nuevo? Realmente nada o como diría mi madre, que me quede como esté. De todas formas todas las novedades se verán reflejadas en este cachito que es sólo mío y que comparto con vosotros. Feliz año a todos.