A MI CANGREHITO LOCO Y A LOS DEMÁS...

Querido Cangrehito loco del alma mía. Resulta vilmente cobarde el contarte estas cosas de esta manera pero no conozco otra y como estos días estoy un poco tonta por, entre otras razones, echarte muchísimo de menos, he querido contarte los días tan fantásticos que he pasado contigo. Creo que nadie sabe lo que te quiero, aunque no lo sientas aún, aunque aún no seas consciente de ello, pero así es. Verte cada mañana correr ese pasillo llenando de alegría toda la casa es llenarme el corazón de la alegría que tanta falta me hace. Oirte reir, verte reir, correr, jugar, hablar es como aliviar mi alma, es como si verte sonreir limpiase mi aura de malos rollos y me renovara el espíritu. Ahora que lo leo suena algo exagerado pero así es como lo siento. Solo quería decirte que ha sido maravilloso poderte cuidar, que he disfrutado mucho de tu cara por las mañanas, por las tardes y por las noches, que llegar del trabajo un poco agobiada pero verte sonreir es como una pastillita que te ayuda a olvidar todo. Que ha sido una fiesta jugar contigo en la playa, bañarnos juntos, comer juntos y pasear juntos. Que nunca me gustó ir a la panadería más que el día que fuiste de mi mano y le pediste pan a la chica. Que casi me harto de llorar el día que me fui a trabajar y te agarraste a mis piernas para que no me fuera y aunque se que aún no eres consciente de todo lo que haces, me hizo sentir muy querida. Que me apena perderme tantos momentos tuyos pero que siempre que pueda, estaré ahí para los más importantes y que siempre te echo de menos, mucho.

Que siempre es un placer teneros en casa a todos, que siempre me gusta dsifrutar de la compañía de mamá y papá, que ellos si saben cuanto les agradezco el que sacrifiquen unos días de sus vacaciones para que pueda disfrutar de ti y de ellos. Amigos, aunque estais lejos en la distancia, siempre estais muy cerca en mi corazón. Gracias por estos días, por vuestro amor y por todo lo que no hace falta que os diga. Masses.