VACANCES

Pues ya se ha ido la feria, al menos la de Jerez, todavía me queda disfrutar de la de Puerto Real. Y lo hemos pasado bien, tranquila al principio. El martes me acosté casi a las 2 de la mañana bailando, bebiendo y riendo en la feria, pero ansiosa por que llegara el jueves y echarme a los brazos a Cangrehito y verle vestido de corto. El pobre, cuando fuimos a probarle el traje, no paraba de echarse el pantalón para abajo ( en el traje de corto o vaquero el pantalón va por encima de la cintura y se sujeta habitualmente con tirantes) y hubo que explicarle que el pantalón ibas así. ¡Y las pequeñas Cenicientas, vestidas de faralaes y perdiendo zapatos!!. Lo pasamos muy bien, ninguna anécdota reseñable, salvo que Cangrehito el jueves a las 00.45 estaba corriendo por una caseta liándose a espadazos con los amigos de mi hermano pequeño. Lo único que puedo destacar es que mi gordito loco se lo ha pasado como un enano en las atracciones, el arte derrochado por Sansón bailando sevillanas y las caminatas que nos hemos pegao de mi casa a la feria ( unos 15 o 20 mins). Ahora estoy en Madrid, disfrutando de unos cuantos días de relax. Ya he pasado casi el ecuador y se me están haciendo cortas, pero estoy disfrutando un montón con las Cenicientas y con Cangrehito, poder charlar con Dobby con tranquilidad y los “mimos” de Sansón. Dobby me ha regalado la serie de Crepúsculo en inglés y yo a ella en español, porque Dobby ve pelis en inglés pero no lee en inglés, en fin, que al final va a tener razón en que me parezco a la protagonista. Y ahí va una de las anécdotas de la semana, seguro que no es la última, casi dejo sin merendar a una de las Cenicientas porque tiré la mitad del yogur y no solo eso, llevo unos cuantos cardenales de vuelta y es que, si alguien ha leído Crepúsculo, sabrá que la protagonista, Bella, es un poco patosa, al parecer, como yo.
Continuará…