Feliz Día de Andalucía que casi, casi ya acaba, a los andaluces que están fuera, a los que están dentro, a los que la llevan dentro( o como le decía a alguien esta mañana a los " andaluceh de interió"). Este día, los andaluces lo aprovechamos para celebrar y reivindicar nuestra forma de ser tantas veces vapuleada, criticada y vejada. Este día no es sólo especial por la importancia histórica que tiene para nuestra tierra, tampoco lo es por que sea andaluza, lo es por los recuerdos.
Ya sé el peligro que entraña volver al pasado, pero algunas veces, es la única manera de mantener a alguien o algo vivo. Mi padre era Andaluz, como nosotros, amaba esta tierra, paraíso la llamaba, tierra perfecta con sus imperfecciones. Veneraba a poetas y cantantes andaluces. Un poema de Alberti sobre la libertad aún cuelga en la pared de mi pasillo y ahí morirá. En mi casa se colgaba una bandera de Andalucía en el balcón y se cantaba el himno. En mi casa se celebraba ser andaluz, hablar andaluz y vivir Andalucía.
No voy a hacer ninguna reivindicación, yo, paso de los que nos critican, nos llaman "flojos", "malhablaos" y demás. Ni siquiera merece la pena explicarles algo que nunca serán capaz de entender. En fin, que me quedo con que la perfección es aburrida y de museo, que otras comunidades se queden con la "perfección" y que nos dejen a nosotros gestionar nuestras imperfecciones. Y acabo con las palabras de un andaluz universal...
"Quien reniega de su tierra debería ser castigado. Mi orgullo es ser andaluz por los cuatro costados. El amor de mis amores, lo que más quiero en la vida y esta es mi tierra, señores, y se llama Andalucía"
Federico García Lorca