Celebración del Referéndum de Autonomía del 28-F
El pueblo andaluz acude a las urnas en el Referéndum Autonómico, que triunfa afirmativamente en siete de las ocho provincias andaluzas, pero no alcanza el techo legal en Almería. No obstante, la clara voluntad autonómica del pueblo andaluz provoca un amplio debate político que llega a las Cortes del Estado, modificándose la Ley de Referéndum para que se permita la incorporación de la provincia almeriense al proceso autonómico.
En octubre se desbloquea el acceso de Andalucía a la autonomía por la vía del artículo 151, gracias a una modificación de la Ley Orgánica de modalidades de referéndum, de manera que la no ratificación de Almería pueda ser sustituida por las Cortes Generales, previa solicitud de la mayoría de los diputados y senadores de esta provincia.
Mi padre estuvo ausente todo el día, mi madre tenía miedo, mantenía en su memoria la muerte de Caparrós, pero sus ojos brillaban de esperanza. Mi padre llegó de madrugada, lloraba de emoción. ¡Mamá,mamá, lo hemos conseguido! La lucha ha dado su fruto, ya somos adultos, mamá, puede que no nos sirva para mucho pero ya podemos decidir, ya podemos elegir nuestro futuro, mamá. Mientras acariciaba la cara de mi madre, que respiraba tranquila y sonreía. Desde entonces, el 28 de febrero ha sido fiesta en casa, siempre colgaba una bandera en el balcón, siempre era día de festejo, de salir a comer, de salir a celebrar y contarnos una y otra vez como los andaluces, gritaron y pidieron tierra y libertad.
Felicidades a todas y todos los andaluces, los de nacimiento y los de corazón, porque algún día el futuro también será nuestro.