domingo, 25 de abril de 2010

STRANDED


Aquí estoy, en el tren, de camino a casa, después de 16 días de “vacaciones”, nueve legales y siete forzosas. Si, señores, como no podía ser de otra manera, yo he sido junto con mi momi, uno de los cientos de miles de pasajeros que se han quedado en tierra “stranded” a cuenta del volcán en Islandia, de nombre impronunciable con más consonantes que vocales que no tuvo otro momentito para escupir esa gloriosa nube de cenizas. No sé cuantas veces a los largo de los últimos días he oído esa palabra. No he visto más noticias en los días de mi vida. Cambiaba de la RTE1 a Sky News y de ahí a la BBC y lo único que oía era “ stranded”, “ stranded”, “ stranded”…. Yo que me fui a despedir de Dublín el viernes 16 de marchuki por Temple Bar, yo que me fui de pinxtos y pintas de Guiness al famoso Temple Bar, yo que me cogí una pequeña cogorcilla para ahogar mi pena, yo que me despedía con tristeza de O’Connell Street y volvía a mi hotel en Parnell Square y llego al hotel…Y ahí está mi cenizo...

La recepcionista, Cheng, nos pregunta con quien volábamos porque Ryanair había cancelado todos sus vuelos hasta el lunes. ¿QUEEEEEEE???? No lo podía creer y eso que me iba pensando, genial, 9 días de vacaciones y no ha pasado nada, no he perdido nada, no he metido la pata con nada, un viaje perfecto, ja! ja!. Subí a la habitación corriendo, eran las 12 de la noche más o menos, mi mom con una cara de circunstancia yo con los nervios, era la primera vez que me pasaba algo así, la primera reacción llamar a mi hermano, es agente de viajes y está acostumbrado, el vuelo de Ryanair a Madrid se había cancelado pero y el de Madrid a casa??, Ay, ay, ay, pensaba yo, ¡qué jaleo!¡maldito volcán, no se podría haber esperado una semanita más!. Cogí el portátil y me fui al hall del hotel a ver que veía.

La autoridad aeroportuaría de media Europa habían cerrado el espacio aéreo, sobre todo el norte, entre ellos claro Irlanda, que fue de los primeros. Aer Lingus, Iberia, Ryanair…, todos los vuelos cancelados hasta el lunes. En el hall, una familia de Madrid y un grupo de chicos de Lorca, también atrapados en la isla y con la que intercambié las primeras impresiones. ¡Ala! Mañana al aeropuerto.

Santo cielo, colas interminables de gente en los mostradores de todas las compañías y venga a esperar. Mi turno, ella del este, yo de España. Ella que me quiere mandar el miércoles a Madrid, yo que el primero que salga, ella que me manda a Girona y yo me veo ya, maletas para arriba, maletas para abajo… Pero me quedo con Girona el martes. Y llega el lunes y todos los vuelos “Cancelled”. Madre que parió, otra vez al aeropuerto el lunes y yo con mi cenizo.

Y llegamos, menos gente, claro y me vuelven a dar el sábado para Girona, bueno, que se le va a hacer, a Girona, una semana más. Sinceramente, desde el fondo del corazón, ¡yupiiiii!, aunque a mi mom no le sentó tan bien. Los chicos de Lorca y la familia de Madrid se aventuraron al ferry. Una odisea de viaje, atravesar 3 países en 2 días y medio. Bus, ferry, tren, metro, bus, coche y taxi hasta llegar a Lorca. Yo preferí esperar y nos cambiaron el vuelo para ayer viernes, a Madrid. Y cuando me bajé del avión, estuve a punto de arrodillarme y besar el suelo como el Papa, pero me dio vergüenza.


Y aquí me hallo, tras esta odisea, de camino a casa, a la rutina, al curro, a las clases, a los estudios. He dejado atrás una ciudad de la que he terminado de enamorarme, un país precioso, una gente encantadora y un estilo de vida que ya me gustaba. Pelis sin subtítulos, libros en inglés tirados de precio, el hogar de Oscar Wilde y otras miles de cosas. A pesar de que me he quedado pelada como una gamba, a pesar de que voy a estar trabajando sábados hasta el final de los días, a pesar de las fatigas pasadas de camino la aeropuerto en bus, a pesar de todo, de todo, ha merecido la pena. Tanto, que hasta he pensado en quedarme. Pero hay cosas que tengo que arreglar, acabar, cosas que me atan. Pero mantengo la posibilidad en la recamara. Os seguiré contando, se me acaba la batería del portátil y me quedan 2 horas para llegar a casa. …